sábado, 30 de octubre de 2010

Lycanthia...


Cuando la noche cae para reinar

La Luna comienza a brillar

Las voces del bosque le gritan sin cesar

"No escuches la Dama Infernal"

Aunque estos hechizos en trance dejarán

De nada te convertirás

Lycanthia es tu nombre, se escucha como aullar

Siembras terror al pasar

Sol, dale paz

Manchada de sangre la Luna alumbra

Sol, dale paz

Sus ojos abiertos ansían devorar

Libérala del mal

Triste Lycanthia camina hacia el Sol

El tiempo transita veloz

Su alma lo enciende deseando derramar

La sangre de seres sin más

Cae la Luna, la bestia va a salir

Lycanthia dispuesta a morir

Clava una daga en su propio corazón

Rompiendo la maldición

Sol, dale paz

Dando lugar a este triste final

Sol, mírala

Sus ojos cerrados en la eternidad

Liberada del mal


Lycanthia - Ordo Funebris


jueves, 28 de octubre de 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

One Life, One Soul...


Estoy triste... Y no puedo evitar que, ahora mismo, escuchando su voz, asomen algunas lágrimas. Y es que el pasado 5 de octubre nos dejó Steve Lee, fundador y cantante de mi grupo favorito, Gotthard.

Aún no puedo creerlo. No quiero creerlo.

Hace unos días buscaba en su página web, esperanzada, que volvieran a dar un concierto en Madrid. Echaba de menos escuchar la perfecta voz de Steve Lee en directo.

Echaré de menos que me cante, y yo cantar con él. Que toda la sala cantara con él. Todos con él. A fin de cuentas... One life, one soul...

Sólo me queda darle las gracias por los recuerdos. Sus canciones. Sus palabras. Su sonrisa. Su abrazo... Recuerdos que guardaré para mí y que nada ni nadie podrá borrar.


Tears to Cry...





martes, 5 de octubre de 2010

One night and one time, thanks for the memories!

No sé si debería haberte llamado...lo mismo me habrías mandado a la mierda porque tendrías que pagar tú también... Y un sms no, que me quedo pobre (sí, soy así de simpática, pero sé que me quieres)

Bueno... Yo... No sabía tampoco si dedicarte algo, aunque sea una chuminada, que es lo que es... Pero ajo y agua.

Sólo quería decirte que eres lo mejor que he encontrado por ahí en estos últimos años, y aún sin conocerte casi....puedo afirmar que serás lo mejor que haya conocido en los venideros. Muchas veces lo pienso, y es que apenas nos conocemos, y cada vez que nos hemos visto, ha sido genial. Siempre hemos tenido algo de qué hablar (no sé si por la capacidad que tenemos los dos de no callarnos ni debajo del agua) a pesar de las largas horas que hemos pasado de charleta, día sí y día también. Y por la tarde, y por la noche. Y porque no había más tiempo material, que sino...

Y es que me cuesta pensar que hace sólo unos meses que nos conocimos. ¡Y cómo nos conocimos! Lo recuerdas, ¿verdad? Al principio me diste algo de miedo, para qué negarlo. Y a los dos meses ya estábamos juntos en el concierto de Avalanch, gritando como locas a Ramón. Nuestro Ramón. Cada vez que recuerdo esa noche, se me dibuja una sonrisa. Me es inevitable.

Las quedadas que siguieron al concierto... no hicimos nada especial. Bueno, sí, como siempre: hablar...y hablar... Y nunca antes, hablando, me había dado cuenta de lo rara que llego a ser. ¿Quién reconoce a la hembra de un gorrión? Creía que sólo yo y los ornitólogos. Pero aquella tarde, comiendo pizza contigo, descubrí que tú también. ¡Yuhu! ¡No estoy sola en el inexplorado mundo de los gorriones!

La última vez que nos vimos fue sin duda de las mejores. Supongo que porque sabíamos que no íbamos a vernos en un tiempo, demasiado largo me temía, y que ya empieza a hacerse casi insoportable. ¿Cómo se puede echar tanto de menos un abrazo? ¡Jopetas!

En fin, que tengo muchas ganas de volver a verte y de poder tirarte de las orejas y felicitarte con un besazo y como es debido.
(Nota mental: tengo que buscar un peluche de un zorro....a ver dónde...)

Muchas gracias por los recuerdos que me has regalado. Son los mejores.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mi dulce trovador...

"Sin paz, sin amor
respirando pánico al azar...
sin llevar el as de ganar,
viviendo sueños sin poder soñar.
Voy cayendo lentamente
y en tus brazos quedo atrapado
como cadenas que atan al esclavo
quedo unido a la soledad, sin alivio.
Y aquí estoy, llorando mi muerte
viendo mi vieja vida simplemente
en silencio constante...
esperando a que llegue mi ángel de la muerte,
para que libere mi mente
mis sentidos, mi yo más inherente,
siento el calor de sus manos acariciándome
llevándome más allá de donde mis ojos pueden ver.
Llevándome al Limbo
al lugar de las almas en pena,
al rincón de las lágrimas,
y ahí es donde quiero morir...
Solo y en silencio,
queriendo gritar su nombre,
pero nada sale, nada queda;
solo y en silencio, sin poder volver..."
Podía escuchar sus lamentos, los lamentos de aquel trovador que en silencio me llamaban...Plasmaba en palabras todo cuanto sentía, todo cuanto en su mente se arremolinaba en inciertos pensamientos... Me llamaba y yo escuchaba su pesar. Sentía su dolor.
Llegué a su lado. Como una sombra plateada, le rodeé.
Me fijé en sus manos, descuidadas y sucias por la tinta. Escribían, temblorosas, versos para mí...
Él lloraba, y mi corazón, antaño muerto, le respondía llorando con él.
No podría hacerlo... No sería capaz... Esta vez no...
Suspiré y pareció que el poeta pudo sentirlo, pues levantó la vista de sus versos. Sonreí con dulzura al comprobar que él también sonreía:
-Has venido, mi amada... Has venido a por mí... a llevarme contigo.
Se levantó de la desvencijada silla y me buscó por la oscura estancia, a duras penas iluminada con la trémula luz de las velas. No me veía, pero sabía que había ido a verle...
Me acerqué a él y acaricié con mi mano su rostro. Se detuvo en el sitio, me sentía.
-Por favor...-me suplicó.
Con una profunda amargura deslicé mi mano suavemente hasta su pecho, a la altura de su corazón. Su último latido resonó en mi cabeza como un ruido ensordecedor. Lloré mientras veía cómo su cuerpo se venía abajo...
Sentí a mi espalda un suspiro. Sonreí esperanzada y ahí le vi. Tan radiante... Me miraba a los ojos y con una sonrisa, me susurró:
-Eres un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz...incorpórea, intangible...¿Por qué no puedes amarme?
.....

jueves, 26 de agosto de 2010

Descargar...


Sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. En su regazo el cuadernillo y en su diestra el bolígrafo.


"Deseo vehemente perderme en un bosque...frío, silencioso, oscuro... Que las hojas de los árboles dejen pasar trémulos rayos plateados de luna, que iluminen el suelo de hierba y hojas."


Cierra los ojos, apoyando la cabeza en la pared, y empieza a hablar en un susurro, dejando de escribir:


-Se escuchan los grillos...y el suave murmullo del viento. Cierro los ojos y toco con mis manos los rugosos troncos de los árboles...


Se para a escribirlo, y mientras escribe, sigue hablando en susurros:


-Una lágrima rueda en silencio..se vuelve fría al contacto con la brisa...se seca y desaparece. Todo desaparece...engullido por la oscuridad, el silencio... La angustia se hace dueña...


Deja de escribir y de hablar un momento, intentando enfocar las palabras que ya había escrito. Sigue:


-Pero deseo volver a sonreír...lo anhelo... ¿Busco el bosque para acallar mis lágrimas, para que nadie me vea llorar? No. Voy al bosque intentando acallar mis lágrimas, buscando un hombro en el que hundir mi cara para que nadie me vea llorar...


Suspira y cierra el cuadernillo, sin decir más. No podía decir más.

miércoles, 18 de agosto de 2010


Esa mirada de odio
que marca en siglos su andar,
sólo erfleja la nada,
a sombras de intensidad.
Al sonar de sus palabras,
sólo enreda al despertar,
y cuando cree que cae,
se ha elevado mucho más.

Los gritos que guardan su alma
no los demuestra jamás,
acomodando de nuevo al silencio
aquellos deseos de explotar.
Parece que ríe en el vacío,
por no mostrar el llorar,
muchos creen que ni al viento
será capaz de besar
al ver ese sol que se esconde
cuando le hablan de amar.

La luna no ha visto su historia,
tampoco el sol la sabrá,
mas las negras estrellas
ya saben su eterno callar,
al susurrar cada noche
que han visto a ese ángel suspirar...

martes, 3 de agosto de 2010

La Dama de Shalott


Y en la oscura extensión río abajo
-como un audaz vidente en trance,
contemplando su infortunio-
con turbado semblante
miró hacia Camelot.
Y al final del día
la amarra soltó, dejándose llevar;
la corriente lejos arrastró
a la Dama de Shalott.
Yaciendo, con níveas telas
ondeando sueltas a los lados
-cayendo sobre ella las ligeras hojas-
a través de los susurros nocturnos
navegó río abajo hacia Camelot.
Y yendo su proa a la deriva
entre campos y colinas de sauces,
oyeron cantar su última canción,
a la Dama de Shalott.
Escucharon una tuna, lastimera, implorante,
tanto en voz alta como en voz baja,
hasta que su sangre se fue helando lentamente,
y sus ojos se oscurecieron por completo,
vueltos hacia las torres de Camelot.
Y es que antes de que fuera llevada por la corriente
hacia la primera casa junto a la orilla,
murió cantando su canción
la Dama de Shalott.
Tennyson.

domingo, 11 de julio de 2010

"¿A quién otra vida he de pedir para vivir junto a ti?"


Estaba segura de que podía oír mi llanto, y notar cómo mis lágrimas chocaban con la piel de su desnudo pecho. Su cabeza reposaba en mi regazo y una de mis manos le acariciaba, dulce y temblorosa, la frente. No había nada que yo pudiera hacer…

Miraba cada una de las heridas que cruzaban su cuerpo, como esperando que por arte de magia se cerraran y que sus preciosos ojos color miel volvieran a abrirse, y ver aquel fulgor que antaño los hacía brillar cuando me miraba… Acerqué los labios a su frente, besándole. Cerré los ojos intentando no llorar, pero una nueva y cristalina lágrima recorrió en silencio mi pómulo y cayó en su frente. Volvía a acariciarle la tez con la yema de mis dedos, mientras ponía la otra mano bajo su nuca, intentando hacerle más cómodo mi regazo.

Después de aquella ardua batalla, que definitivamente habían perdido, le tocaba ahora ganar la más ardua de todas las batallas contra las que ha de enfrentarse un hombre. Sentía cómo la muerte le acariciaba el rostro encima de mi mano, para finalmente acariciarle el corazón e invadirle con su oscuro ser…Gritaba de dolor y pedía por favor, en mi silencio, que no se llevara el calor que sin él, se volvía frío…Mi corazón le decía que, hundida en mi alma, inaccesible, siempre le amé y jamás lo sabría… Siempre soñé con sus ojos, con sus labios, con su sonrisa… Siempre fingí una mirada, máscara de mi dolor por quererle… y jamás lo supo… Sólo ahora podría ver cómo mis lágrimas declaraban mi tormento, tormento infinito que había de ocultar…

Entonces sus ojos se entreabrieron. Pude ver aquél fulgor con que volvía a mirarme… Dibujó una suave sonrisa en su dolorido rostro y dijo:

-No quiero volver a verte llorar… Mi voz callará con la muerte…pero mi corazón seguirá hablándote y te dirá lo que nunca me atreví a decirte…

Podía ver cómo la vida se escapaba de sus manos, cómo la luz de sus ojos se apagaba…pero la luz que nunca se apagaría es la que encendió su corazón…al decirme el primer “te quiero”…

jueves, 1 de julio de 2010

You showed me dreams...


A veces me despierto vacía, llena de nada... Y mi mente se abandona sin remedio hacia el infinito de los días carentes de significado... Y vuelvo a volar entre recuerdos, y sigo sufriendo entre momentos olvidados y tiempos irrecuperables, que duermen en algún lugar de mi alma... ¡Qué difícil es seguir a veces, y qué complicado detenerse mientras la vida sigue girando en su empeño por renovar decorados viejos! Las sonrisas mueren. Los recuerdos viven...


Y de qué me sirve nadar en el pasado, de qué me sirve sentir las lágrimas... De qué me sirve ahondar en la yaga. No sirve de nada quemarse por dentro. Y a veces lo hago, cuando cansada de buscar, vuelvo a ti sin remedio, cuando harta de caminar sin rumbo vuelvo a sentarme a tu lado... y te echo de menos.


Hay tantas cosas que no llego a comprender... Hay tantos ratos, tantas palabras, tantos momentos, tantas sonrisas... Tanto tiempo juntos, durmiendo en algún lugar de mi memoria, a modo de recuerdos, que a veces me arañan por dentro.


He buscado entre mi alma todas aquellas cosas que un día fueron tuyas...y todo sigue ahí, aguantando el paso de los años, soportando el peso de la pena... Pero ya no. Poco a poco las iré desterrando, y esta vez no estoy sola. Ya no.


Supongo que eras un sueño del que he despertado de una manera un tanto desagradable.

domingo, 27 de junio de 2010

.:: My Angel of Death ::.

Traicionando de nuevo a mis sentidos,

se acerca una vez más

y me contempla con sus ojos plateados

de celestial condición encendidos.

Palabras que a veces puedo pronunciar

quedan susurradas entre ambos,

retorciéndose sensuales en la oscuridad

mientras hablamos.

Y como siempre, toma asiento.

Se desliza sinuoso sobre el suelo

como un fluido más, de perfecto movimiento,

Y sus ojos me escrutan con el color del cielo.

"¿De qué tienes miedo?"

(obnubila mi vista con su pensamiento)

'De la vida que llevo'

(imágenes de mi realidad se elevan hacia su centro)

'¿De qué estás segura?' (tiemblo)

'de nada, creo' (asustada y feliz al tiempo)

Y sus ojos se entrecierran,

su fulgor me embarga, y se desvían.

Me abandona una vez más,

signo inequívoco de que no estoy preparada.

No me mira, no vuelve la vista atrás

al alejarse, dejándome ignorada.

Pálida, fría y asustada, lloro.

Las lágrimas recorren mi cuerpo,

ruedan en silencio hasta el suelo

y una vez más vuelvo a estar sola

y su rastro se seca por el viento.

Esperé con ansia durante milenios

la llegada de este momento

y cuando por fin llega, tiemblo...