viernes, 4 de noviembre de 2011

Esperabas una pequeña señal...pero parecía que ninguna aparecía, mientras vagabas sin rumbo por las calles.

Ella rezaba, esperando que alguien llenase su vida de recuerdos.

¿Sería el destino?

Nunca la habías visto, ni siquiera sabías su nombre, pero aún así, creías que ella podría salvarte, tenías esa impresión.

Sólo un poco de afecto en ese frío y lastimero camino.
-Sálvame de este estado, sin emoción alguna...
Sólo un poco de cariño en este lastimero camino.

¿Por qué era todo tan confuso? ¿Por qué crecer y madurar dolía tanto? Buscamos y perdemos, encontramos...y otra vez a empezar... Y no sabías qué iba a ser...Pero no harías ninguna promesa...
No sabías si podías.

No sabías si debías.
No sabías lo que estaba bien, ni qué vendría, si ella quisiera...

Y ahí estabas, parado en la lluvia. Detenido en el frío, prometiéndote a ti mismo que no querías recibir otro disparo en el alma, no...
-Tengo miedo...de ese disparo. Sálvame...

Y al final, después de tantos meses... Parece que se salvó, y ella, por fin, pudo llenar su vida de recuerdos...